Los egiptólogos dicen que éste es el hallazgo más importante desde la tumba de Tutankamón: una ciudad perdida de 3000 años
Egipto vuelve a ser protagonista de la arqueología con un descubrimiento que promete entrar en los libros de historia. Un equipo de expertos ha encontrado los restos de una ciudad perdida que data de hace 3.000 años.
La ciudad, cuya ubicación y detalles están siendo estudiados minuciosamente, está llena de artefactos que parecen intactos, preservando fragmentos de la vida cotidiana de sus habitantes. Desde utensilios de uso diario hasta estructuras que insinúan una organización avanzada, todo apunta a una metrópolis que podría cambiar lo que sabemos sobre el Egipto faraónico.
¿Qué descubrieron los arqueólogos en Egipto?
En abril de 2021, el gobierno egipcio anunció un descubrimiento excepcional: una ciudad perdida de 3000 años de antigüedad bajo las arenas de Luxor. Este hallazgo, que ha sido aclamado como el más importante desde el descubrimiento de la tumba de Tutankamón, ha conmocionado al mundo de la arqueología.
Lo que comenzó como una búsqueda del templo mortuorio de Tutankamón se convirtió en un descubrimiento histórico. A las dos semanas de iniciar las excavaciones en septiembre de 2020, la misión arqueológica dirigida por Zahi Hawass se topó con ladrillos de adobe que indicaban la presencia de una ciudad mucho más grande de lo que se imaginaba.
Ubicada entre dos templos dedicados a Amenhotep III y Ramses III, la ciudad, bautizada como «El Ascenso de Atón» y «La ciudad dorada perdida», se encontraba en un estado de conservación notable.
Esta ciudad data del reinado de Amenhotep III, uno de los faraones más poderosos de Egipto, y continuó siendo habitada durante los reinados de Ay y Tutankamón. Está considerada el mayor asentamiento administrativo e industrial de la era del Imperio Egipcio en la orilla occidental de Luxor y hay que destacar que estaba en pleno apogeo durante este período.
¿Qué hallazgos se han encontrado dentro de esta ciudad egipcia perdida?
Las excavaciones han revelado casas con muros de hasta 3 metros de alto, calles flanqueadas por viviendas y objetos de la vida cotidiana que nos permiten imaginar cómo era la vida en ese entonces.
La ciudad no sólo era un centro administrativo, sino que también albergaba una gran actividad industrial. Se han encontrado áreas destinadas a la panadería, una cocina con hornos y cerámicas para almacenar alimentos, lo que sugiere que un gran número de personas trabajaba en la producción de alimentos.
Además, se descubrió un taller con moldes para la creación de amuletos y objetos decorativos, así como una zona para la fabricación de ladrillos utilizados en la construcción de templos.
La importancia de «El Ascenso de Atón» radica en su potencial para comprender la vida de los antiguos egipcios en su época dorada. Betsy Brian, profesora de Egiptología en la Universidad John Hopkins, explica en declaraciones recogidas por la BBC que la ciudad «podría ofrecernos una extraordinaria mirada a la vida de los antiguos egipcios» en el momento en que el Imperio estaba en su momento más próspero.
Por último, Peter Lacovara, director del Fondo de Arqueología y Herencia del Antiguo Egipto, dijo a Reuters que la ciudad «es una especie de Pompeya de Egipto».